domingo, 27 de abril de 2014

Alimentación en la menopausia

¿En qué momento comencé a dudar sobre la compatibilidad ente mi cuerpo y yo? ¿Cuántos más cambios tendré que experimentar durante esta etapa?

Para responder este y otro tipo de preguntas relacionadas a los cambios durante la menopausia; es importante entender que el ser humano, en general, es la especie más cambiante en todo el mundo. Ahora bien  ¿a qué se refiere el término cambio en este artículo? Simple y a la vez complejo, este concepto, pero en este caso específico lo definimos como la necesidad que tiene la especie para desarrollar constantes transformaciones. En ese sentido, es prudente que afirmemos que la realidad de cada uno es un detonante que continuamente moldea nuestros modos de vida.


los ciclos de la vida son, sin generalizar, más notorios en las mujeres tanto a nivel corporal, social y emocional. La razón de dicha notoriedad es el constante juego hormonal al cual toda mujer se ve expuesta; a partir del momento en el que la mujer experimenta con su primer ciclo menstrual, su organismo, desglosa infinidad de mecanismos para una efectiva manera de adecuarse a los síntomas que confunden y desconciertan con el pasar de los años.
Curioso es que cuando finalmente sentimos que nuestro organismo alcanza un balance ideal frente a nuestras amigas hormonas, llega el momento de despedirnos de este periodo y entra lo que llamamos menopausia. Durante este proceso los síntomas que se experimentan tienden a ser más difíciles y por eso es necesario que las mujeres, nuevamente, cambiemos nuestros hábitos y contribuyamos a mejorar esta hermosa etapa.

Complementario a lo hasta aquí planteado, es imprescindible establecer una dieta alimenticia caracterizada por alimentos que ayuden a seguir con el equilibrio que antes teníamos. Se recomienda que durante el desarrollo de esta etapa se consuman altas cantidades de cereales, granos enteros e integrales como la avena, trigo, quina, miso, cebada, centeno, amaranto, semillas de chia, arroz integral, alforfon o trigo sarraceno, maíz, entre otros, ya que estos ayudan a evitar la inflamación en diferentes partes del cuerpo; al igual que funcionan para evitar  enfermedades del metabolismo como la obesidad.

Otros alimentos necesarios son las frutas y las verduras, dado que proporcionan fibra, vitaminas y minerales  que se pueden ir disipando durante la perdida de las hormonas. En tercer lugar, se recomienda evitar los lácteos porque aunque estos tienen diversos beneficios tienden a generar malestares en el sistema digestivo. En cuanto a los suplementos que estos nos brindan, existen otro tipo de alimentos que pueden cumplir la misma función; opciones  como los vegetales de hojas verde oscuras, el salmón, y el brócoli, son fuertes en calcio. Finalmente, la categoría de las proteínas en lugar de ser consumida en carnes de origen animal, pueden encontrase en alimentos como el huevo, quina, lentejas, frijoles y sus variedades; garbanzos guisantes, soya, aguacate, plátano, cacahuate, almendras, higos, dátiles, uvas pasas, eco, ya que estos ayudan a que el cuerpo no se compense y siga generando la misma energía para continuar las actividades de la vida diaria.

Para un buen equilibrio durante la menopausia es recomendable que se eviten o disminuyan bebidas con cafeína y alcohol; al igual que comidas picantes y con exceso de azúcar.
En esta etapa de la vida, los productos naturales como aceite de oliva, la soja, los frutos secos, entre otros ayudan a controlar y mejorar el manejo de los síntomas. En cuanto, a la sobre mesa el agua debe ser el ingrediente constante que acompañe nuestros días. Paralelo a la actividad física que es necesaria en todas los ciclos a los que nos enfrentamos.

Nuestro principal concejo es que aprendas a querer esta etapa, ya que por intentar evitarla olvidamos aspectos que de una u otra manera nos genera mayor balance y bienestar. Recuerda que la manera como vives y te enfrentas los cambios, marca el estilo de vida que quieres desarrollar y proyectar.