En la vida cada
una de las situaciones a las que nos enfrentamos están mediadas por diferentes
factores que determinan quiénes somos, para dónde nos dirigimos y cuáles son
las herramientas en las que podemos apoyarnos.
Para ninguno es un
secreto que las hormonas representan un componente determinativo en el diario
vivir de las personas. Se puede afirmar que éstas son la columna
vertebrar de todo nuestro equilibrio vital, ya que se encargan de trabajar en la repartición de los procesos en nuestro cuerpo.
Posiblemente, no
nos percatamos de la existencia de las hormonas hasta la etapa de la
adolescencia, cuando nuestro cuerpo deja el capullo de la niñez y empieza a
construir sus primeras alas de juventud. En el comienzo, la pubertad genera un impacto fundamental a
nivel hormonal porque nuestra mente, cuerpo, espíritu y vida está encaminándose
hacia la madurez; en el caso de los hombres se generan cambios en la voz, el
cuerpo, el crecimiento de bello y la desvinculación de un pensamiento precoz.
En las mujeres, se generan cambios significativos en el cuerpo pero aún más
importante en el sistema reproductor. Así que la adolescencia
es la mejor etapa para activar todos los sistemas que integran nuestro organismo,
es decir, que durante la adolescencia se recomienda desarrollar los mejores hábitos en el cuerpo.
Adicional a esto, es importante saber que, para las mujeres, entre más actividad física se genere más
regulación de estrógenos habrá lo cual ayudará a prevenir enfermedades comunes como cáncer de mama y otro tipo de enfermedades hormonales.
Durante la etapa
de reproducción, la fabricación de hormonas se vuelve más importante; nos
encontramos en un momento de la vida donde nuestro cuerpo es el templo perfecto
para traer al mundo a un nuevo individuo. Lo más recomendable es tener una rutina
alimenticia y física equilibrada; combinado con relaciones saludables y amor
propio, de este modo, se puede ayudar al cuerpo y al mismo ser a encontrar un equilibrio
deseado.
Tal vez no son
muchos los requisitos para sentir plenitud en cada una de nuestras vidas, si nos ponemos a pensar lo importante es tomar la iniciativa de crear una disciplina en
nuestra rutina. Ahora bien pregúntate ¿Cuánto estas dispuesto a darte a ti
mismo para tener una vida llena de balance y bienestar en cada una de tus
etapas? Y según la rigidez de tú respuesta toma las decisiones que te hagan
mejorar cada uno de tus días.
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