Existen
diferentes tipos de grasas, las saturadas, las mono saturadas, las poli
insaturadas y las grasas transgénicas. Debemos partir de la base de que las
últimas son las peores, ya que los efectos fisiológicos que tienen en el
cuerpo logran deteriorar todos los
sistemas. Este tipo de grasas acumulan placa en las arterias, lo cual hace que
se aumente el riesgo de tener enfermedades de tipo circulatorio y cardíaco.
Las
grasas saturadas son las segundas en la lista para tener precaución, ya que son
propensas a producir enfermedades cardiacas.
Seguido
de estas vienen las grasas mono-saturadas, las cuales se pueden encontrar en
aceites naturales como la oliva, aguacate, aceitunas, entre otros. Su efecto en
el metabolismo es positivo, ya que se consideran buenas para el corazón y la
mayoría del organismo, se recomienda un consumo diario.
Nuestro
ganador para el mejor consumo es el caso de las grasas poli insaturadas,
porque éstas están asociadas a la protección del cuerpo, es decir, cuidan el
metabolismo elevando el HDL, reduciendo el LDL, lo que produce un efecto anti inflamatorio que ayuda a la regulación natural el organismo.
Es
claro que muchos de los alimentos que consumimos todos los días tienen grandes
cantidades de grasa. En ese sentido, el problema no es la grasa sino los
alimentos que dejamos entrar a nuestro cuerpo. Entre más saludable sea tu
consumo de grasas más posibilidades de tener una vida con equilibrio tendrás.
Recuerda que comer bien no sólo es cuestión de verte bien sino de sentirte bien
y tener una vida con condiciones saludables.
Aprende
con tu consumo y escucha a tu organismo.
Concientízate de que siempre hay un
punto en la vida en el que el metabolismo te pasa factura y más vale que ésta
no sea de costos muy altos. Está en tus manos cuidar de ti y de aquellos que
están a tu alrededor. Para más información acerca de cómo mejorar tus hábitos y
obtener más consejos para sobre el consumo de grasa en tu organismo contáctanos
comunicaciones@libabi.com.
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