¿Quién no ha sentido la necesidad de meterse a una ducha fría
cuando por alguna razón el cuerpo empieza a alternar su temperatura?
Los calores o sofocos en la Pausa Hormonal (la menopausia) son, tal vez, el síntoma
más común durante esta etapa. La razón de
este conocimiento colectivo es atribuido a su espontaneo y sorpresivo modo de
aparecer.
En el momento que el cuerpo empieza a cambiar cada mujer experimenta
de diferente manera la aparición del síntoma. Sin embargo, para ninguna de
nosotras es erróneo afirmar que es la peor sensación que se puede llegar a sentir. Pues bien, nuevamente, no pretendemos mentirles con relación
a este síntoma, es decir, sabemos que los sofocos son casi insoportables, pero
la única manera de disminuir su efecto negativo en nosotras es aceptarlos e
incorporar algunos hábitos en nuestra rutina.
Primero, ármate de abanicos para la guerra contra el calor: ya que estos son una de las herramientas más útiles para el momento en el que el clima, la actividad diaria, el estrés,
entre otros factores, se confabulan y crea los,
llamados, calores menopaúsicos. Es un elemento que da
glamur, confianza, y lo mejor de todo, aire.
Segundo, no más ropa
de la necesaria: para atacar esta sensación de temperatura desordenada hay que
ser coherente con el modo en el que nos vestimos. En lo posible, utilizar ropa
holgada hecha de materiales naturales como algodón y lino. Tal vez una pasada por el centro
comercial no caería mal para lucir con altura una de las etapas más lindas que tiene la
mujer.


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